Siempre me ha parecido fundamental saber vivir el momento, poner en práctica el “aquí y ahora”, pero siempre que lo intentaba, terminaba perdida pensando en el día a día, en los problemas rutinarios y en las dudas sobre el futuro… Mi rotación en Paliativos me ha enseñado que a veces no se puede hacer planes, que el futuro es incierto, que la vida muchas veces no es como nos gustaría y que lo único que podemos hacer es disfrutar el presente, porque como decía uno de los pacientes a los que visitábamos “hoy estamos aquí, pero mañana quién sabe”.
Quiero agradecer a todas esas personas que me dejaron entrar en sus hogares, que compartieron sus historias y sus momentos más íntimos. Gracias por enseñarme y recordarme que cada momento cuenta y que la vida sigue siendo vida hasta el último suspiro. Qué curioso que en el lugar donde la muerte está más presente, sea donde más he aprendido de la vida.
Me llevo la mochila cargada de aprendizajes y de experiencias, tanto a nivel profesional como personal. Gracias Nuria, Melda y Mª José por vuestra entrega y amor por lo que hacéis. Gracias también por hacerme sentir parte del equipo, gracias por las risas y el cariño, sobre todo, gracias por todo lo que he aprendido de cada una.
Me toco despedirme de esta rotación en tiempos del coronavirus, en tiempos de los abrazos prohibidos y despedidas en la lejanía… y ahí es cuando te das cuenta de lo importante que es poder decir adiós.
Así que me despido desde la distancia dando gracias por este viaje lleno de aprendizaje.
Tamara López Méndez.
Psicóloga Interna Residente (PIR). Complejo asistencial de Zamora