Y la vida…y en ella las circunstancias, momentos, y experiencias añadidas a lo que te ocurre, te hacen siempre aprender; y todo se sucede… y en el camino…puede convertirse quizá en algo que se mira desde los ojos del alma…transformándose en una sonrisa que acaricia ¡Muchas Gracias Teresa¡¡
«Las partidas son procesos de aprendizaje. Y con tu partida, sé que la muerte no significa final.
Siempre seguirás por aquí, cada recuerdo es un latido, papá. Y aunque a veces aparezcas empapándome bajo una lluvia intensa, prometo que soy fuerte. Cada día es un gran paso.
He aprendido que la muerte es una etapa más de la vida, un momento natural al que no debo tenerle miedo, porque sin ella, no tendría sentido, lo primero, la vida. He aprendido a frenarme, a observar los ojos de las personas con las que me he ido cruzando en este maravilloso camino.
Aprender, de eso se trata.
Aprender a escuchar. Aprender a no hablar y soltar un speech para todo. Aprender a entender el valor del silencio. Aprender a estar, a acompañar, a coger de la mano, a acariciar. A transmitir a través de la mirada. Aprender a entender mi proceso, el de mi familia. Aprender a sostener y a sostenerme cuando los días se hacen cuesta arriba. Aprender a respetar los tiempos de cada cual.
Aprender a acoger el dolor, el mío y el de otros. Aprender que la vida es una. A que como decía el gran Pau, vivir es urgente. Vivir no puede ser algo intermitente.
Me siento afortunada por haber descubierto los dos lados de Cuidados Paliativos, el de paciente y el de profesional. Y sin duda alguna, este largo aprendizaje me acompañará en cada decisión a tomar, en cada problema a solventar y en cada segundo que disfrute. En cada momento de mi vida.
Ahora cuando apareces por aquí, respiro hondo y te conviertes en sonrisa ✨ Me enseñó el mejor y ahora lo hacen los mejores».
Teresa Hernández Iglesias