Cuidados Paliativos ha sido un servicio muy enriquecedor. Saca la parte más humana de cada persona.
El objetivo es que el paciente tenga la mayor calidad de vida en su proceso de enfermedad y sobre todo al final de sus días.
Aparte de las técnicas aprendidas, creo que lo más importante es lo que se aprende a nivel personal. He aprendido el significado de dolor total, y que es más importante los gestos y cercanía que mostremos hacia el paciente, tanto o más que las medicinas para paliar ese dolor.
Tomas conciencia del papel fundamental que tiene la familia del paciente y que ellos van a ser la mayoría de las veces los cuidadores principales en el domicilio y es importante crear vínculo con ellos, dar buena información y crear un ambiente de confianza para que así puedan dar los mejores cuidados.
Es importante también manejar temas de la conspiración del silencio. Tener claro que el que debe decidir lo que quiere saber es el paciente no los familiares, y que ante todo no se le puede mentir. Debe de ser el propio paciente quien pregunte y el que marque lo que quiere y no quiere saber. Nosotros los profesionales, tampoco nos podemos adelantar.
Sobre todo, he aprendido que los cuidados Paliativos engloban a un equipo interdisciplinar muy grande en el que debe de haber buena comunicación. Las sesiones son muy buen sitio para poner puntos en común. Me ha llamado la atención la figura del musicoterapeuta, porque un paciente me decía emocionado lo bien que le viene el ratito que va el profesional al domicilio a tocar sus canciones favoritas.
De este mes de rotación, me quedo con el buen hacer de todos los profesionales que integran el equipo de cuidados Paliativos y hospitalización a domicilio y la empatía que muestran todos ellos.
Enfermera. Blanca
