¡Buenas! Mi nombre es Andrea, alumna de prácticas de la Universidad de Salamanca en la Unidad de Cuidados Paliativos, y no puedo estar más contenta de mi elección y mi experiencia, la cual voy a recordar siempre, no sólo por ser mis primeras prácticas, sino por el buen trato recibido y todo lo vivido allí.
Profesionalmente he APRENDIDO mucho, he tenido la oportunidad de tratar con los pacientes y sus familiares, acompañarles en esta última etapa de la vida intentando que su estancia en el hospital fuera lo más agradable y menos dolorosa posible, lo que a su vez ha supuesto un gran reto para mí, teniendo que superarme día a día. De igual manera, he CRECIDO mucho como persona, ya que este continuo contacto con la muerte ha hecho que valore más la vida y la manera en la que quiero vivirla. Me llevo muchos aprendizajes, pacientes e historias que se me quedaron dentro y que nunca olvidaré.
Por supuesto, el gran equipo que conforma dicha Unidad es espectacular. Son profesionales con muchas ganas, energía y vitalidad, que son capaces de TRANSMITIR, cosa que en psicología es fundamental y más en momentos tan duros y complicados; el poder comunicar, empatizar, confiar y crear un clima de serenidad y tranquilidad es admirable.
Me gustaría agradecerles en particular a Ruth y Juanma, los psicólogos de la Unidad, por su trato tan cercano, su confianza en mí para la actuación y por todo lo que me han enseñado. He exprimido al máximo mi estancia, he aprendido, he llorado, he reído, he disfrutado y, sobre todo, he podido confirmar que la PSICOLOGÍA clínica es lo que me gusta, mi pasión y a lo que me dedicaré el día de mañana.
Andrea Garrote Muñoz.