«Despedirse no significa rendirse.
En cuidados paliativos, la despedida es un acto de amor, un cierre necesario que honra la vida compartida. Es la oportunidad de agradecer, perdonar, decir lo que quedó pendiente… y, a veces, simplemente estar en silencio, acompañando.
El final de la vida no tiene por qué estar marcado solo por el dolor. Puede ser un momento profundamente humano, lleno de sentido y conexión.
Hablar de la despedida es cuidar.
Acompañar en ella, es amar hasta el último instante».
Gracias al Programa de Atención Integral para personas con enfermedades avanzadas de la fundación la Caixa, en el EAPS de Segovia tenemos la oportunidad de acompañar en estas despedidas, y me siento profundamente agradecida.
